Este plato es un almuerzo cálido, muy rico para comer en invierno o cuando no hace tanto calor. Lo aprendí de mi mamá, es algo que no puede faltar en el menú mensual: el estofado de pollo. Es ideal para todas las edades, incluso para niños que están comenzando con la transición de colados a picados, ya que para ellos sólo se muelen las papas con el tenedor y listo.
Debo confesar que es uno de mis platos preferidos, tanto por su fácil preparación, como por su sabor. Las papas se miden aproximadamente dos medianas por cabeza; mi mamá siempre me aconsejó agregar dos más cada vez que cocinara, por si llegaba alguna visita de improviso y debo decir que me ha servido su consejo. Aquí les dejo la receta para unas cuatro personas (no olviden las papas extra):
Ingredientes
- 4 presas de pollo a gusto
- 10 papas medianas
- 1 cebolla
- 1 zanahoria grande
- 1 hoja de laurel
- orégano
- 1/2 cucharada de sal apróx.
Preparación
Primero se debe lavar bien el pollo y agregar a la olla. Después, pelar las papas y picar tipo julianas grandes. Yo las parto en cuatro y luego en tres alargadas; pero pueden hacerlo como les guste más.
Posteriormente, se pela la zanahoria y se añade a la olla, la mitad rallada y la mitad en rodajas. La cebolla se ralla o se pica en cubitos, yo la lavo para que no quede tan fuerte. Agregar la hoja de laurel, el orégano y la sal.
Cuando ya están todos los ingredientes en la olla, se añade el agua hirviendo. La cantidad de agua no debe cubrir los ingredientes por completo, sino más o menos la mitad de ellos.
Una vez listo esto, se lleva a fuego alto hasta que suene la olla a presión y se toman quince minutos. Para olla tradicional, se espera que hierva y se baja el fuego, cocinando por unos treinta y cinco a cuarenta minutos.
Servir el estofado caliente en platos hondos junto con el caldo y disfrutar de este delicioso plato.